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De La Mano (Tercetos Encadenados)

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Quisiera entrar contigo de la mano de tu latir al ritmo de la aurora que en tu pasión florece tan temprano. Es la quimera un son que solo aflora si hay libertad y amor en la morada que la ilusión resguarda y atesora. Viaja la magia siempre acompañada por un temblor desnudo y unas flores porque es la magia dama enamorada. En tu habitar de cálidos colores quiero pintar mi rumbo, tu lucero vendrá a abrazar mi alba cuando aflores. Para guiar mis pasos al sendero que arribará en andenes de verano en la estación del sueño venidero se enlazará mi mano con tu mano.

En tus Pasos. (Soneto Alejandrino)

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A mi frío sonido, la magia de tu canto le convidó su encanto su son y su vestido. El nido que en tu manto proteges es mi nido. Teje en mi fe un destino tu trino dulce y santo. Tanto sueño abatido, tanto encendido llanto, que ha podido el quebranto agotar mi latido. Hoy río, me levanto, vuelvo a brillar erguido, simientes de tu brío en mi destino planto. ! Cuánto color y cuánto fulgor hay en tu piel! En tu vergel, aquél que vence el gris y aflora en tu paz se enamora y madura en tu abrazo. Esfuman el ocaso, tus trazos, tu pincel. En tus pasos mujer, madre, niña y Señora píntame, que ya es hora. Píntame en tu regazo. ​

Promesas y Anhelos. (Soneto Alejandrino)

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Cumplo con la promesa de abrigar tu desvelo con cielo y son con esa tibieza que debía a tu día, regresa ilesa mi osadía a la vía en que reza todavía tu anhelo. El duelo en la rivera de nuestro amor cincelo, huelo tu primavera , brindo con poesía, con melodía y trino , con fervor y alegría . Te debía la entera quimera y el consuelo de saberte abrigada y amada son mis brazos ocaso del quebranto, frontera del vacío, del frió,del espanto, del llanto y de la muerte. Tejerte en mi camino quisiera: con tus pasos, tus trazos y colores en mi telar, ansío ser brío, ser fulgores y en soles envolverte!.

Soneto a la Musa Gris. (Soneto Alejandrino)

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A veces la tristeza ensombrece la cima del día y la tibieza se duerme entre su hielo, otras veces confiesa que el dolor no es su vuelo y se expresa en el fuego que el ardor tanto estima. Y mima el alba el pleno fulgor que el sol encima sobre ese riel que guía el tren de su desvelo, y rueda entonces vida sobre su anden de cielo, y se aleja del duelo que al suelo la aproxima. Un nuevo albor daría al brío de su alma, su oración me desarma, su ilusión me libera, su sueño me renueva , su pasión me contagia, mi canción le presagia una estación de calma. Carga ella un mustio karma, su redención quisiera, me sumo a su quimera de magia … pura magia.

Canción sin Sol. (Soneto)

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De un golpe se arrancó a Dios de su pecho, Inclinó levemente la cabeza y se dispuso a abrir otra cerveza. Un cielo de cartón pintó en su techo. Volcó su inerte alma sobre el lecho, cerró los ventanales de su pieza, se acurrucó en sus brazos con tristeza y se entregó al letargo con despecho. Maltrecho se asomó a la madrugada con hambre con resaca con hastío mostró al Señor su cara irreverente. Lloró, clamó y rezó en su almohada derramó su virtud en el vacío se abrazó del olvido, indiferente. Su corazón, su mente, rodando van en la noche sin guía. Mañana habrá de ser un nuevo día.

Canción Para Gaby. (Soneto Alejandrino)

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Una canción debía a la musa que enciende mi magia con su duende, mi rumbo con su guía, a la mujer que extiende sobre mi ocaso el día que puebla mi osadía. Por ella mi alma tiende a abandonar la vía del dolor, luego extiende sus alas y desprende su vuelo al son, se alía al cielo, vibra, entiende que el sueño es melodía. Debía una poesía para este amor que asciende conmigo hasta la cima del fulgor, que me enseña el color que libera en mi prisión un manto que entibia mi quebranto que humecta cada aurora de mi ayer y enamora mi mañana . A la dueña de este albor que desdeña la extinción del encanto le dejo aquí este canto, de mi pluma cantora.

La niña del andén. (Soneto Alejandrino)

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Un pálido destino de estación tenue en tinta con pena y duelo pinta su anhelo y su pasión. El miedo es su vecino; su instinto, su prisión, su pan, su condición .!Mi triste niña encinta! Con lágrimas de alcohol ya su ilusión precinta con madurez, hastío, mal vino y depresión. ! El sino es un cretino!, repite en su canción de olvido y reclusión. Fue su niñez, distinta. Con cintas de papeles de carteles se viste, vuelan sobre los rieles sonrisas y cornisa. Le avisa un resplandor que afuera hay primavera, se asoma a la vereda, una flor le desviste el corazón y rueda su alma entre en la brisa. Su vientre ella acaricia y ríe, vive, espera.