Lejos del Aqueronte. (Soneto Alejandrino)
Las olas palidecen detrás del horizonte, no es fértil la corriente del mar de los desvelos. Fundido en tu simiente le doy vida a mis duelos y sones reverdecen en mi alma de sinsonte. Mis sueños resplandecen lejos del Aqueronte retorno a la creciente pasión de antiguos vuelos rodando al sol naciente contigo y mis anhelos. Mis trinos ya no mecen la barca de Caronte. No pesa en mi mirada la plateada moneda retorno a la caricia que mis huesos ensalma al puerto en que mi amada junto a mi rumbo rueda. Tu risa es quien auspicia que reinará la calma que es nuestra la morada donde crece y se queda la flor de la delicia que anida en nuestra alma.