Ángeles del consuelo.
Sin oxigeno en los huesos, con los besos estropeados, con los rezos aturdidos, con los pies aletargados. Con mis sentidos bebiendo mi agonía tramo a tramo. Con el aire entumecido, con los gestos oxidados. Con tus rumores rugiendo entre crujidos, sonando. Con mi entereza surgiendo soñolienta y a desgano. Con cruces entre los dedos, con el futuro entre dados, y la certeza entre ruegos. Mis ángeles del consuelo por ustedes aun espero espero y sigo cantando