Plegaria.


Con fe inquebrantable
orabas, pedías
que pudran sus ligas
los lazos del hambre

Cuentan de ti niña
que muy a menudo
pediste al incierto
desierto futuro.

Tenias y tienes
de niño el abrazo
de joven la fuerza
paciencia de anciano.

Dicen que debajo
del manto vivían
un héroe y un cuerpo
de esencia divina.

Señora del viento
prisión del ocaso
un ángel traía
tu vientre en sus brazos.

Mi pueblo te brinda
Señora del llanto
su canto y su herida.

Niña, Madre, Guía,
!Te esperamos tanto!

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